miércoles, 27 de marzo de 2013

Mierda entre el oropel de la vanidad letreril

URUEÑA
(Es fácil poemarte, rancia Castilla)


Cuando la tarde se templa
La luz se recuesta en el espigadero
Y las piedras se bizcochan,

Piedras blancas y gastadas
Como la pómez pero nobles,
Sientes que te habla el tiempo
Repasando las gordas mochas
Que proyectan sombra
De gigante a lontananza.

Cuando la tarde se templa
Evitar el aire se hace fácil
En las galerías del altozano

Y así escuchas en paz
El hablar del tiempo
Mientras disfrutas del silencio,
Porque en este claustro de meseta
Está la música callada,
Sin manos que agiten instrumentos.

Cuando la tarde se templa
Se abren las esquinas
De letras rancias y olvidadas

Y tú reposas silente
Entre los muros yertos
Mientras vuelan lejanos
Los pensamientos,
Y las manos cansadas ya de soportar
El viejo libro, y languidecen
Hasta que el sueño te vence.

               * * *

De mis viajes a España, 2010.
En la Villa del Libro, cerca de Tordesillas (Valladolid)
Otto Lecmar

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